
DIARIONOTICIA.COM.DO- “No te mueres de ello, pero morirás con ello,
no tiene cura, no es una infección, no es letra, no se contagia,
toca mi piel”
Hoy en día Mundial de la Psoriasis y la Artritis Psoriásica, que se
celebra el 29 de octubre con el objetivo de compartir información y
concientizar sobre esta enfermedad
El 30 de mayo de 2013 durante la 67ª Asamblea Mundial de la Salud,
la Organización Mundial de la Salud (OMS) aprobó una resolución en
la que describe al psoriasis como una enfermedad no transmisible
crónica, dolorosa, desfigurante e incapacitante, para la cual aún no
existe cura y cuyo impacto en la calidad de vida del paciente puede
ser inmenso.
La psoriasis, una enfermedad muy común de la piel que se manifiesta
por lesiones en la piel de color rojo cubiertas de escamas que puede
aumentar y disminuir en su severidad con el tiempo en otras palabras,
el sistema inmunitario es a la vez enemigo y aliado en psoriasis.
Se trata de una patología inflamatoria, no contagiosa, que tiene un
gran impacto visible a nivel físico. Pero la psoriasis genera
también un importante impacto invisible sobre la salud mental y
emocional de las personas que la padecen, como respuesta al rechazo
social que puede suponer y a los problemas psicológicos asociados al
no querer mostrar la piel
La psoriasis es una enfermedad crónica de origen autoinmune que
afecta a alrededor de 125 millones de personas en el mundo, 2-3% de
la población total de las cuales 2.5 millones viven en México. El
90% de los que la padecen sufren psoriasis, que reduce seriamente la
calidad de vida.
Se puede manifestar en cualquier parte del cuerpo en forma de placas
rojizas con descamación blanca que pueden provocar picor, quemazón e
incluso dolor crónico. Estas placas o escamas, que suelen
presentarse entre el 85% y el 90% de las personas con psoriasis,
provoca que muchos de ellos tiendan a esconder su piel y eviten
mostrarse en público.
Las personas con psoriasis sufren estigma social porque, aunque es
una enfermedad cada vez más conocida, no contagiosa, se siente en
muchas ocasiones observados, lo que lleva a las personas aislarse y
sufrir problemas psicológicos, que les impide llevar una vida
normal.
Al mismo tiempo, las personas con psoriasis tienen mayor riesgo de
desarrollar otras complicaciones, como la artritis psoriásica,
diabetes y enfermedades cardiovasculares. De hecho, aproximadamente
un 10% de ellos padecen artritis psoriásica, una patología que
afecta a las articulaciones y que puede tener consecuencias más
graves que la psoriasis.
Es más frecuente que la psoriasis aparezca primero y luego se
diagnostique artritis psoriásica, aunque en algunos casos, aparece
antes la artritis y las lesiones cutáneas se desarrollan con el paso
del tiempo. En otros, la afectación de la piel no se produce a pesar
de padecer la enfermedad articular.
Los factores de riesgo que incrementan las probabilidades de sufrir
brotes de psoriasis son los siguientes:
Las infecciones. La faringitis estreptocócica, los resfriados y
otras enfermedades infecciosas hacen que reaccione el sistema
inmunitario del cuerpo, lo que aumenta las probabilidades de un
brote de psoriasis.
La obesidad. Las placas propias de muchos tipos distintos de
psoriasis se suelen formar en los pliegues de la piel.
Algunos medicamentos. Se ha constatado que el litio, los
betabloqueantes para la tensión arterial alta y los medicamentos que
se utilizan para prevenir la malaria aumentan el riesgo de
desarrollar psoriasis.
El estrés. Un nivel de estrés alto puede afectar al sistema
inmunitario y puede empeorar los síntomas del psoriasis.
Las irritaciones de la piel. Los cortes, los rasguños, las
quemaduras solares, las erupciones y otras irritaciones que afectan
a la piel pueden aumentar las probabilidades de un brote de
psoriasis.
El clima frío. En invierno, los niños suelen pasar más tiempo en
interiores y toman menos el sol. Una exposición moderada a la luz
solar directa puede ayudar a mejorar la psoriasis.
La psoriasis incrementa el riesgo de eventos cardiovasculares (infarto
agudo al miocardio, enfermedad vascular cerebral).
La artritis psoriásica es una enfermedad inflamatoria crónica no
contagiosa de intensidad variable. El dolor articular, la rigidez y
la hinchazón son los principales signos y síntomas.
Puede tener períodos en los que los síntomas mejoran o entran en
remisión, alternados con momentos en los que los síntomas empeoran,
llamados brotes. Puede también que la enfermedad llegue a quedar
inactiva.
Produce en la vida de las personas que la tiene es doble, por un
lado, tiene que enfrentar a los problemas físicos que produce, como
el dolor articular, la reducción de la movilidad, el picor, la
descamación de la piel o la inflamación; pero también repercute
negativamente en el estado anímico ya que no hay conciencia de
convivir con una enfermedad que no tiene cura y que, además afecta
el estado y aspecto físico.
Aun no existe curación ni para la psoriasis ni para la artritis
psoriásica, existen tratamientos muy efectivos que son capaces de
controlar los síntomas de la enfermedad y ayudan a mantener una
buena calidad de vida.
Los resultados de los tratamientos biológicos son esperanzadores,
todavía queda mucho por camino por recorrer en el tratamiento del
psoriasis. Entre los principales objetivos que persiguen los
investigadores con respecto a esta patología de la piel destacan:
Desarrollar tratamientos orales que puedan sustituir las terapias
inyectables sin perder ni un ápice de eficacia.
Encontrar nuevos tratamientos tópicos eficaces que aporten aún más
seguridad.
Dar con terapias que permitan modificar el curso de la enfermedad (y
no solo paliar sus síntomas).
Desarrollar terapias que eviten que el sistema inmunitario ataque a
la piel de los pacientes con psoriasis.
La información es el empoderamiento, el conocimiento es la clave
para saber lo que está pasando es una de las principales
reivindicaciones de estas personas para hacerse entender y explicar
de forma correcta los síntomas a los médicos, y revelar así los
impactos invisibles de la enfermedad que ayuden a decidir de forma
conjunta el mejor tratamiento para controlar su enfermedad.
“Fíjate en mí, no en mi piel, tú no sabes de mi psoriasis”. Paciente
Psoriasis
Araceli Aguilar Salgado Periodista, Abogada, Ingeniera, Escritora,
Analista y Comentarista mexicana, del Estado de Guerrero, México.
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